piscina pequeña, decoración hermosa, explicaciones detalladas del dueño

El acceso en coche es casi imposible y encontrar el lugar requiere paciencia, ¡una señal clara sería genial!!! Además, la ubicación es un poco lejana de los puntos turísticos, lo que puede ser un inconveniente para algunos.

no puedo creer que nos hicieran esperar dos horas en el aeropuerto, y luego tuvimos que tomar un taxi por nuestra cuenta. Además, la habitación no correspondía con las fotos. esperaba un trato especial, como un upgrade gratuito o al menos una disculpa. me quedé con ganas de escribir una buena crítica, pero no pude.

Las mañanas en la azotea fueron inolvidables.

No olvide probar el yogur casero en el desayuno, es una delicia que no quiere perderse.

La ubicación era perfecta para explorar, justo a

pocos minutos a pie de la plaza principal. La decoración del Riad es hermosa y acogedora, aunque el acceso puede ser un poco complicado por las callejuelas. La atención del personal fue excepcional, siempre amables y dispuestos a ayudar.

Estuvimos unos días con amigos y nos encantó. El desayuno era increíble, especialmente el yogur casero. Disfrutamos de paseos por los zocos y visitamos el Palacio de la Bahía. Yosef fue muy atento, dándonos tips sobre las mejores rutas y lugares que no te puedes perder. Un lugar ideal para relajarse.

Lamentablemente, tuvimos problemas con el transporte al llegar. Esperamos mucho tiempo en el aeropuerto y al final tuvimos que tomar un taxi, lo que fue bastante frustrante.

La piscina pequeña pero ideal para refrescarse en un ambiente encantador

desayuno exquisito. atención impecable. puerta del baño no funciona bien

Las instalaciones son fantásticas, especialmente la piscina climatizada en el patio interior y la terraza en la azotea con vistas panorámicas. La habitación era cómoda y tenía todo lo necesario, como aire acondicionado, wifi de alta velocidad y productos de cuidado personal de 'Sens de Marrakech'.

Acceso complicado.

Recomendarlo para familias

La verdad, la bienvenida que nos dio Alain fue espectacular. Nos ofreció un té delicioso y nos explicó todo sobre lo que había que ver y los mejores horarios para aprovechar lo máximo. Las mañanas en la azotea son algo que no se olvidan, comiendo frutas frescas y disfrutando del zumo de naranja mientras el sol empieza a calentar.

No fue barato, pero estaba dentro de lo aceptable.

Ambiente acogedor y atención de lujo. Desayuno delicioso, especialmente el yogur casero. El personal siempre dispuesto a ayudar. Una joyita escondida en medio de la ciudad, perfecto para desconectarse y relajarse. El gato que anda por ahí le da un toque especial.

Atención excelente y la habitación muy limpia. El acceso es algo complicado.

El alojamiento es muy acogedor y está impecable, además de ser un oasis de tranquilidad. Los desayunos en el balcón eran un deleite diario con sabores auténticos. El personal siempre fue amable y servicial, haciéndonos sentir como en casa.

Sin problemas.